LA HIPNOSIS Y SU LUGAR EN LA CIENCIA


La hipnosis es una técnica de intervención clínica que polariza a terapeutas y público en general, en detractores y defensores. Lo que parece claro es que esta técnica de intervención tiene arraigo en la comunidad científica, como lo demuestran los trabajos de Hull (1933) y Hilgard (1965), y además tiene un considerable bagaje de trabajos y publicaciones, como lo aseveran sus más de 20.000 publicaciones. En el ámbito del deporte, la implantación es más reducida (unos 500 trabajos publicados) y se reduce a mínimos en relación a algunas áreas de aplicación (p.e. las lesiones deportivas, 5 trabajos publicados), aunque curiosamente una importante cantidad de manuales de Psicología del Deporte la citan. En este sentido también es citada en el trabajo de Jara y Garcés de los Fayos (1995) y en el trabajo de Morgan (1993).

Como hemos señalado en otros trabajos (Hernández Mendo, 2003, 2008), podemos considerar a la hipnosis como una de las técnicas de intervención más antiguas (Edmonston, 1986; Ellenberger, 1970). La evolución científica de la hipnosis ha estado llena de altibajos (Wolberg, 1948, p. IX). A partir de 1950, con autores como Ernest R. Hilgard, de la Universidad de Stanford (California), Martin T. Orne en la Universidad de Pennsylvania. y Theodore X. Barber en la fundación Medfield (Massachusetts) (Hull, 1933; Hilgard, 1965; Shor & Orne, 1965; Barber, 1969), la hipnosis adquiere sistematización y rigor científico. En 1958, la American Medical Association reconoce la hipnosis como una modalidad terapéutica válida para ser utilizada por médicos y psicólogos debidamente entrenados (A.M.A., 1958) (González Ordi, 1998).

Fruto del interés por llevar los fenómenos hipnóticos a las áreas de la investigación científica más rigurosa, es un mayor reconocimiento por parte de la comunidad de profesionales de la salud de las posibilidades terapéuticas de las técnicas de hipnosis (en especial, médicos, psicólogos y odontólogos). De hecho, en 1958, la American Medical Association como una modalidad terapéutica válida para ser utilizada por médicos y psicólogos debidamente entrenados (A.M.A., 1958). En Inglaterra en 1962, la reconoce la hipnosisBritish Medical Association aconseja su utilización en el tratamiento de distintas neurosis, dolor crónico, así como su aplicación en los ámbitos de la cirugía y obstetricia (Kroger, 1963). La American Psychological Association, en su reunión de 1988 celebrada en Atlanta, informó que la División 30 dedicada a la Psychological Hypnosis contaba con 1219 miembros, 146 asociados y 48 fellows. Actualmente existen numerosas sociedades que llevan a cabo investigación y trabajo profesional, como por ejemplo, la American Society for Clinical Hypnosis, la International Society for Clinical and Experimental Hypnosis o European Society of Hypnosis in Psychotherapy and Psychosomatic Medicine. En la actualidad asistimos a un renovado interés por la hipnosis y sus posibles aplicaciones en distintos ámbitos (Rhue, Lynn y Kirsch, 1993) y en el que no podía faltar, en buena lógica, el ámbito del deporte (Jara y Garcés de los Fayos, 1995; Morgan, 1993).

Aún se desconoce muchas de las variables moduladores e intervinientes en el proceso hipnótico (González Ordi, 1992), aunque existe suficiente evidencia experimental que avala su aplicación.

Creo que va siendo hora que los responsables políticos tomen decisiones acerca del uso de la hipnosis en programas de ocio y variedades. También se hace necesario que los responsables académicos impidan que la palabra “Hipnosis” figure dentro de la “Nomenclatura Internacional de la Unesco para los campos de Ciencia y Tecnología” dentro del epígrafe 6110 dedicado a la “Parapsicología”. Esto incidirá positivamente en mejorar la imagen de la hipnosis y en que los profesionales que la usamos estemos a salvo de especulaciones acerca del rigor de nuestro trabajo.

Las personas interesadas en la bibliografía que aparece citada puede consultarla en:
http://www.efdeportes.com/efd35/hipnos.htm

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