La visualización del golpe


El término visualización en realidad hace referencia a una parte de la técnica denominada práctica imaginada. La práctica imaginada nos ayuda a crear experiencias que optimizan nuestro rendimiento, utilizando el recuerdo y la reconstrucción como herramientas. Es un equivalente a la experiencia real pero en la mente.

¿Cómo podemos utilizar esta técnica para mejorar nuestros golpes en el campo? Cuando utilizamos la información de nuestros recuerdos producimos en nuestra mente experiencias básicamente iguales que las reales, es decir, lo imaginado y lo real son equivalentes en nuestra mente. Un ejemplo, si al practicar un determinado golpe en la realidad, luego lo intentamos llevar a cabo en nuestra mente, el efecto que tiene sobre nuestro sistema nervioso es similar al de la práctica real. Este efecto dependerá del grado de dominio de la técnica, de modo que no basta con imaginar buenos golpes como se argumento en el número anterior.

La práctica imaginada puede ser utilizada para adquirir, perfeccionar y consolidar los golpes. Por ejemplo, si estamos aprendiendo un golpe utilizando la práctica imaginada se facilita y refuerza el aprendizaje del mismo o se puede utilizar para entrenar golpes que ya tenemos consolidados. Por lo tanto, la práctica imaginada optimiza y refuerza tanto el aprendizaje como la consolidación de los golpes. En el siguiente cuadro se presenta un ejemplo de cómo incorporar esta técnica al aprendizaje de un golpe.


APRENDER A USAR EL BLASTER EN EL BUNKER
  • Ver un modelo de swing para este golpe (un amigo, un profesor o cualquier jugador que realice bien el golpe, también podemos verlo en un vídeo). Lo ideal es que podamos acceder al modelo siempre que lo necesitemos.
  • Ir al campo de práctica para ensayar el golpe:
  • Reproducir en la mente el swing que hay que llevar a cabo.
  • Inmediatamente intentar realizar el mismo movimiento que se ha reproducido en la mente.
  • Valorar el swing realizado (¿qué le falta para ser como el que imagine?).
  • Repetir de nuevo los pasos anteriores.

Aunque muy simple, para que este programa sea efectivo se necesita un buen dominio inicial de la práctica imaginada, de lo contrario las imágenes generadas carecerán de la calidad suficiente para generar experiencias aprovechables. La práctica imaginada ayudará a aprender el golpe de una forma más efectiva y rápida.

Muchos jugadores profesionales incorporan la práctica imaginada durante la competición. Algunos de ellos, la usan antes de competir para repasar golpes de gran dificultad que saben que tienen que realizar durante la vuelta al campo, para repasar los golpes de un hoyo que tenga especial complejidad para jugarlo o simplemente, como un calentamiento previo antes de realizar algunos golpes en el campo de práctica. En realidad, el momento y el objetivo lo decide el jugador, lo importante es que las circunstancias y el uso de la técnica favorezca su juego y no lo dificulte o sea una mera pérdida de tiempo. En el cuadro siguiente se presenta un ejemplo del uso antes de la competición (las consideraciones del cuadro anterior sirven también para este).


Durante la competición los jugadores profesionales suelen establecer las llamadas rutinas antes de golpear la bola. Estas rutinas son unas series de acciones encaminadas a dar consistencia al golpe y al juego en general. Dentro de estas rutinas se suele incluir la práctica imaginada. En el siguiente cuadro se presenta una rutina bastante empleada aunque nunca se debe olvidar que cada rutina en su ejecución es distinta por las características particulares de cada jugador, es decir, las rutinas deben de individualizarse.

RUTINA PREVIA AL GOLPE
  • Gesto de arranque (coger el palo, mirar la bandera, apoyarse en un palo...).
  • Analizar el golpe y escoger el palo (distancia, viento, trayectoria...)
  • Determinar el objetivo.
  • Visualizar el golpe.
  • Ejecutarlo.

Muchos jugadores una vez acaban la vuelta suelen irse al campo de práctica porque quieren acabar con una buena sensación en algún golpe que no han dado como ellos esperaban. La práctica imaginada puede servir en este instante para repasar el swing que se realizó e intentar corregirlo mentalmente para luego ejecutarlo inmediatamente después en el campo de práctica. La eficacia, el ahorro de tiempo y de esfuerzo que produce esta técnica en estos momentos es importantísima máxime, si al día siguiente se sigue jugando.

Desde luego, no todo es tan sencillo como se ha descrito. En el deporte la complejidad es una constante al igual que en el entrenamiento y aplicación de estrategias mentales. La práctica imaginada no es una excepción. Pero desde esta perspectiva simple se puede comprobar como, con la ayuda de psicólogos del deporte, esta técnica ayuda a mejorar el juego del golfista.

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