LA CONCEPCIÓN BURGUESA DEL OCIO

Siguiendo con el tema iniciado en lo post anteriores, es importante señalar que al considerar globalmente el tema del ocio y del tiempo libre, se advierten dos grandes tendencias que podemos denominar burguesa y marxista. Cada una presenta una concepción del ocio o tiempo libre.

El conocimiento de ambas concepciones es esencial a la hora de abordar el tema porque evidencia de un lado el carácter contradictorio del tema y su trascendencia ideológica, y de otro, la superación del dogmatismo, lo cual nos permite plantear críticamente el significado del ocio y del tiempo libre. No debemos perder de vista que esta concepción tiene sus raíces en las tradiciones puritana y liberal. Esta doble tradición explica que aunque en los comienzos el sistema capitalista entraba en contradicción con el ocio, no sucede esto una vez que el sistema se ha consolidado. Es más incluso el ocio llega a verse como un punto de apoyo importante para el interés económico, por cuanto las masas pasan a disponer de una suficiente capacidad temporal de consumo.

Tanto en Estados Unidos como en Inglaterra en el segundo cuarto de este siglo surgen una serie de trabajos interesados en estudios empíricos acerca de esta problemática. Sobre todo se interesan por las pautas de comportamiento en el empleo del tiempo libre de los ciudadanos. Desde luego esta preocupación deriva de las repercusiones que ese estilo de vida tenía en la vida económica.

Así se inicia una corriente empírica investigadora del ocio como "problema social", corriente científica que se extenderá por el resto de los países europeos. Años después otras dos corrientes, una teórica y otra crítica, se sumarán a aquella. Precisamente lo que denominamos concepción burguesa del ocio resulta de estas tres componentes.

Destacamos los trabajos de Lynd, cuya obra Middletown (1929) puede considerarse pionera; el trabajo de Margaret Mead (1957); las dos grandes antologías Mass culture (1957), dirigida por B.Rosenberg y D.M.White y Mass leisure (1958), a cargo de E. Larrabe y R. Meyersohn; y la obra clásica de Thedor Veblen, The theory of Leisure (1899).

A modo de conclusión las características comunes que denotan todas ellas se resumen en los siguientes puntos:

a) Subjetivismo: se concibe el ocio como la vivencia de un estado subjetivo de libertad.

b) Individualismo: se considera que el ocio pertenece a una esfera diferente a lo colectivo, porque no depende de los demás, sino que es individual.

c) Liberalismo: se destaca que el ocio es privado por lo que la sociedad no puede determinar su empleo personal.

En síntesis, en la concepción burguesa se observa una triple actitud: subjetiva en lo psicológico, individualista en lo sociológico y liberal en lo político.

Más información se puede encontrar en:
-Hernández Mendo, A (2000). Acerca del ocio, del tiempo libre y de la animación sociocultural. Lecturas: EF y Deportes. Revista Digital, 23, julio. http://www.efdeportes.com/efd23/ocio.htm [Consulta: 31 de julio de 2000].
-Hernández Mendo, A. y Morales Sánchez, V. (2008). Una revisión teórica: ocio, tiempo libre y animación sociocultural. Lecturas: EF y Deportes. Revista Digital, 108, junio. http://www.efdeportes.com/efd127/una-revision-teorica-ocio-tiempo-libre-y-animacion-sociocultural.htm [Consulta: 22 de diciembre de 2008].

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